Recientemente cambié de proveedor del servicio de Internet. La conexión decente en Nicaragua es un mito. Conozco alguna gente que tiene algún negocio y usan hasta dos o tres proveedores a la vez para poder resolver sus necesidades satisfactoriamente. Bueno, dejemos el ranting por ahora.
Sucede que tengo ahora un módem USB para conectarme a Internet, y pues por el momento hace un trabajo decente. He estado necesitando la conexión WiFi por diversas razones y no había tenido tiempo para sentarme y resolver eso compartiendo una conexión desde mi computadora de escritorio. Pensaba yo que necesitaba algo de guía para eso, pero no, las guías que seguí para compartir conexión fueron un completo fracaso, además de ser viejas y caducas maneras de compartir una conexión con GNU/Linux.
Así que, luego de descartar eso, simplemente borré las conexiones que había creado con NetworkManager. Conecté el cable de red de mi enrutador al puerto ethernet de mi computadora y esperé que Fedora hiciera el resto del trabajo de manera automática. Tampoco funcionó. Pero, un momento…
Me fui a la Terminal y abrí de nuevo:
$ nm-connection-editor
Edité la configuración que automáticamente se había creado, esto en la pestaña de configuración general, quité el check en donde dice «conecta automáticamente cuando esté disponible», y luego en la pestaña de los ajustes de IPv4, en el método de conexión que dice «compartido con otras computadoras».
Guardé y listo. Fedora se encargó previamente de asignar un IP a esa conexión; asimismo, mi enrutador recibió esa conexión y la puso disponible en sus puertos. Resuelto el problema de falta de WiFi.
Obviamente la conexión que transmite mi enrutador sólo está disponible cuando la computadora de escritorio esté en funcionamiento.